¿Dios es Machista?

Hace un tiempo una de las chicas de un grupo de vida del cual era facilitadora me hizo esta pregunta: ¿Por qué Dios es machista?. Mi primera reacción fue responderle con otra pregunta: ¿Por qué crees que Dios es machista? Bueno – me respondió ella – es que a lo largo de la historia de la humanidad se ha intentado demostrar que la mujer ocupa un lugar por debajo del hombre. En el campo laboral, estudiantil, social y aún de algunas iglesias hay muchos casos de discriminación y violencia hacia la mujer e incluso en la Biblia hay partes donde dice que la mujer debe someterse al hombre.

Recordé esos versículos que están en la carta de Pablo a los Efesios 5:21-33 y los cito aquí en la versión Nueva Traducción Viviente: "21 Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo. 22 Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor, 23 porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia. 24 Así como la iglesia se somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a su marido. 25 Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella 26 a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios. 27 Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable. 28 De la misma manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo. 29 Nadie odia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la iglesia. 30 Y nosotros somos miembros de su cuerpo. 31 Como dicen las Escrituras: “El hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo” 32 Eso es un gran misterio, pero ilustra la manera en que Cristo y la iglesia son uno. 33 Por eso les repito: Cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido."

Sí leímos con atención podemos ver que primero Dios dice: “Sométanse unos a otros”, es decir, el hombre a la mujer y la mujer al hombre, en el caso de los que están casados. Le dice a la mujer que se someta a su marido porque Dios le ha dado al hombre la responsabilidad y el rol de ser la representación del hogar (¡No el verdugo!) y al marido le dice que ame a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia, es decir, un amor tan grande que es capaz de llegar al punto de dar su vida por ella. Y cierra diciendo que el esposo debe amar a su esposa como a sí mismo! Lo que significa que hay una igualdad en su valor personal. Dios JAMÁS dice que la mujer debe tolerar abuso, golpes, maltratos, humillaciones o que la mujer es una creación inferior. Es todo lo opuesto! Porque si manda al hombre que la ame como a sí mismo, o de la misma manera que Dios ama a iglesia es un amor que va mucho más allá del amor pasional o emocional. Es un amor que aunque implica también el amor físico no se centra sólo en él sino que considera todos los aspectos: físico, emocional y espiritual.

Dios asigna roles distintos al hombre y a la mujer, no los creó para competir, tampoco los creó indicando que uno es más importante o tiene más valor que el otro, sino para complementarse y ayudarse mutuamente. Dios creó a cada ser humano con un valor enorme. Así que seas hombre o mujer tienes un lugar de honra y de valor en el corazón de Dios.

También dice Dios sobre la mujer en Proverbios 31:10-31 en la versión Nueva Traducción Viviente:”10 ¿Quién podrá encontrar una esposa virtuosa y capaz? Es más preciosa que los rubíes. 11 Su marido puede confiar en ella, y ella le enriquecerá en gran manera la vida. Esa mujer le hace bien y no mal, todos los días de su vida. 13 Ella encuentra lana y lino y laboriosamente los hila con sus manos. 14 Es como un barco mercante que trae su alimento de lejos. 15 Se levanta de madrugada y prepara el desayuno para su familia y planifica las labores de sus criadas. 16 Va a inspeccionar un campo y lo compra; con sus ganancias planta un viñedo. 17 Ella es fuerte y llena de energía y es muy trabajadora. 18 Se asegura de que sus negocios tengan ganancias; su lámpara está encendida y hasta altas horas de la noche. 19 Tiene sus manos ocupadas en el hilado, con sus dedos tuerce el hilo. 20 Tiende la mano al pobre y abre sus brazos al necesitado. 21 Cuando llega el invierno, no teme por su familia, porque todos tienen ropas abrigadas. 22 Ella hace sus propias colchas. Se viste con túnicas de lino de alta calidad y vestiduras de color púrpura. Su esposo es bien conocido en las puertas de la ciudad, donde se sienta junto con los otros líderes del pueblo. 24 Confecciona vestimentas de lino con cintos y fajas para vender a los comerciantes. 25 Está vestida de fortaleza y dignidad, y se ríe sin temor al futuro. 26 Cuando habla, sus palabras son sabias, y da órdenes con bondad. 27 Está atenta a todo lo que ocurre en su hogar, y no sufre las consecuencias de la pereza. 28 Sus hijos se levantan y la bendicen. Su marido la alaba: 29 Hay muchas mujeres virtuosas y capaces en el mundo, ¡pero tú las superas a todas!” 30 El encanto es engañoso, y la belleza no perdura, pero la mujer que teme al SEÑOR será sumamente alabada. 31 Recompénsenla por todo lo que ha hecho. Que sus obras declaren en público su alabanza."

Esto es lo que podría llamarse: ¡Un mujerón! Es impactante para mí ver cómo esta mujer de la que habla el libro de Proverbios es una que está muy lejos de ser dejada de lado, rechazada, discriminada o vejada por su esposo. Por el contrario, es una mujer que no sólo gobierna y administra su hogar de una manera amable, gentil y firme sino que es una empresaria, que invierte en bienes raíces, es comerciante, artesana, en fin, ¡ Es todo un ejemplo de emprendimiento ! Y algo que resalto: Su esposo reconoce su valor y está muy feliz de tenerla. Te pregunto de nuevo: ¿Aún sigues creyendo que Dios es machista y que la Biblia enseña que la mujer es inferior?

Esto también aplica a la mujer soltera porque también – en muchas oportunidades – se ve sometida a discriminación, violencia, humillación por el sólo hecho de ser mujer. Así que tú, mujer soltera que me lees, valórate, ámate, y entiende que ocupas un lugar muy especial en este mundo. Cuando tú lo entiendas, asumas y veas de esta manera, podrás lograr amarte a ti misma, amar a otros y ser amada por alguien que te valore como a una preciosa joya. No permitirás que nadie abuse de ti, te humille, o te haga sentir inferior.

Y tú, hombre que me lees, entiende que Dios te dio también un lugar de honra, de respeto y de autoridad – que no es tiranía - que debes ejercer con amor de la misma manera que Cristo amó a su iglesia. Sólo de esa forma podrás encontrar el verdadero amor, que no tiene nada ver con el mal llamado amor de las novelas baratas y superficiales sino con un amor de decisión, de compromiso, de respeto, de consideración, y sobre todo de amor a Dios.

No lo olvides: Dios NO es machista!

Beverly Guevara

Departamento de Redacción ILBNY